Un hombre admitió en la Justicia un abuso sexual simple (tocamientos) en perjuicio de una niña de 7 años y aceptó cumplir una pena de un año de prisión condicional, que se encuentra en una escala intermedia para este tipo de delitos. La audiencia se realizó este martes en Paraná, ante el juez Mauricio Mayer, vocal de Juicios y Apelaciones Nº 7.
Allí, el imputado Gerardo Mauri reconoció el delito de abuso sexual simple, que se encuentra definido en el Artículo 119, primer párrafo del Código Penal Argentino.
El hecho que admitió tuvo lugar en Santa Elena el 25 de septiembre de 2020. La causa se inició formalmente tras una denuncia presentada en la Comisaría local. El caso fue oportunamente informado por La Sexta.
El magistrado dará a conocer si homologa el acuerdo el próximo 8 de abril. De la audiencia participaron la fiscal interina Valentina Ayala, las abogadas querellantes Valeria Burckhard y Patricia González; el representante del Ministerio Pupilar, Juan Barrandeguy, y el defensor técnico Luis Alberto Lemos.
La resolución del caso en esta etapa de abreviado incluyó una condena de un año de prisión de cumplimiento condicional, acompañada de una serie de normas de conducta que el imputado deberá seguir por dos años, según lo estipula el artículo 27 del Código Penal.
Entre estas medidas se incluyen la obligación de fijar y mantener informado su domicilio a las autoridades correspondientes, la prohibición de cometer actos violentos o perturbadores contra la denunciante, la víctima o sus familiares, y una restricción de acercamiento y contacto con las mismas.
En el acuerdo entre la Fiscalía, la querella y la defensa, se tomó en cuenta como factores atenuantes la falta de antecedentes penales del acusado y su reconocimiento de los hechos. Sin embargo, se consideró como agravante la vulnerabilidad de la víctima debido a su corta edad. La defensa del acusado aceptó los términos del acuerdo, ratificando la calificación legal del delito y la pena impuesta.
El imputado expresó su conformidad con el acuerdo alcanzado, asumiendo la responsabilidad por su conducta y aceptando la pena establecida.
Este caso resalta la importancia de la justicia restaurativa y la búsqueda de soluciones que, además de sancionar al culpable, buscan proteger y respetar los derechos de la víctima y su familia.
