Alejandro Aguiar, uno de los policías de Santa Elena que fue herido durante una gresca en la Costanera la mañana del 1º de enero, en los festejos por el Año Nuevo, dio su versión de los hechos.
En contacto con La Sexta, el uniformado contó que fue atacado por un “grupo de criminales” que lo abordaron cuando se encontraba celebrando el nuevo año junto a su familia. Producto de la golpiza, perdió sus piezas dentarias y sufrió fractura de mandíbula.
Asimismo, relató que el conflicto comenzó el 13 de diciembre, cuando detuvo a una persona del barrio 25 de Mayo por la destrucción de una camioneta de un empresario local.
Señaló que el detenido se “autolesionó” en la celda para luego denunciar apremios ilegales, y resaltó que esa conducta quedó registrada a través de las cámaras de seguridad de la Comisaría Nº 15 y que se puso en conocimiento de la situación a la Fiscalía de La Paz.
A su vez, comentó que, al recuperar la libertad, el hombre lo amenazó a él y a otros oficiales. “Se fue en libertad amenazando a los uniformados con que se las iba a cobrar y hacernos echar del trabajo”, dijo Aguiar.
Tras contar ese antecedente, refirió que dicha persona lo abordó junto a sus familiares el viernes en la Costanera y que allí “uno de estos criminales toma una botella y me la tira a corta distancia impactándome en el rostro y haciéndome perder la totalidad de las piezas dentarias y fracturando la mandíbula”.
“Esta es la sociedad que tenemos y, muchas veces, los uniformados por desgracia no somos dueños de salir tras realizar correctamente nuestro trabajo. Pese a todo se sigue creyendo en la Justicia y por ello todo está en mano de la Fiscalía de la ciudad de La Paz”, concluyó.
A CONTINUACIÓN, EL DESCARGO COMPLETO DEL POLICÍA EN DIÁLOGO CON LA SEXTA
Quiero dejar expresamente en claro lo sucedido este 1º de enero en zona de la Costanera de la ciudad de Santa Elena, ya que se dicen tantas versiones desvirtuadas que no son como se cuentan; situaciones a las que nos enfrentamos, lamentablemente al trabajar, en la ciudad donde uno vive y por ello cruzamos a diario con familias o mejor dicho ‘grupo de criminales’ que por más que hagan lo que hagan no están tras las rejas.
Una de estas situaciones es la que me tocó vivir por razones de trabajo este 1º de enero, digo por razones de trabajo porque todo comenzó hace unos días, más precisamente el 13 día de diciembre de 2020, es decir hace unos 15 días, cuando el oficial que presta servicio en Comisaría Santa Elena alrededor de las 02:40 horas estando de turno en la seccional local acude en el móvil policial a la casa de la familia Haspert, debido a que un masculino desconocido le había roto a piedrazos las camionetas Toyota Hilux de su propiedad. Posteriormente a esto, y finalizadas las diligencias, el móvil policial se retira del lugar pero posteriormente, transcurridos unos 45 minutos, ingresa un nuevo llamado a la Comisaría dando aviso que nuevamente estaba este sujeto rompiendo las camionetas en casa de Haspert y que el mismo todavía estaba en el lugar. Inmediatamente el móvil se hace presente y procede a la detención de un masculino de esta ciudad domiciliado en barrio 25 de Mayo, quien en un estado de drogadicción y alcoholización comienza a insultar y amenazar a los policías que lo detuvieron, siendo uno de ellos el Oficial que sufrió la agresión este 1º de enero.
Trasladado a la Comisaría y ya en la celda, el demorado comienza a golpearse contra los barrotes y puertas de los calabozos comenzando a autolesionarse gritando al mismo tiempo que iba a denunciar a los policías porque le pegaron, (todo ello filmado por las cámaras de seguridad de la comisaría y puesto a disposición de la Fiscalía, claro). Luego de esto, como si fuera poco, al hacerse presente el médico, el sujeto intenta pegarle por lo que, al tratarse de un sujeto peligroso y agresivo por su estado de drogadicción, por disposición de la Fiscalía interviniente y el defensor de Pobres fue trasladado al hospital para estabilizarlo, luego se fue en libertad amenazando a los uniformados con que se las iba a cobrar y hacerlos echar de su trabajo. Todo ello informado en la causa iniciada oportunamente.
Luego de esto, este masculino junto a su padre y hermanos comienzan a hacerle llegar por intermedio de personas conocidas al oficial mensajes con amenazas diciéndole "que sabían dónde vivía; donde iba y con quién se juntaba y que se las iban a cobrar. Que ellos no tienen nada que perder. Vos y quien esté con vos van a cobrar e incluso uno de ellos llegó a parar a un nene familiar del oficial mientras practicaba fútbol y amenazándolo le dijo: ‘Decile al oficial que se cuide, que lo andamos buscando’. En otra oportunidad, uno de los hermanos, la noche anterior al 31 pasó en su camioneta color verde por enfrente de la Comisaría y realizó señas amenazantes al oficial que estaba frente a la dependencia junto a otros dos uniformados. Hasta incluso comenzó a seguir a la distancia al patrullero que circulaba por la ciudad.
El día 1º, alrededor de las 6:00, en momentos en que el oficial junto a sus hermanos, amigos y sobrinos se encontraban en la Costanera compartiendo, es que quien había caído preso por el daño de las camionetas, se acerca a ellos junto a sus hermanos y comienzan a agredirlos y decirles que los iban a cagar a palos, empuñando uno de ellos algo envuelto en trapo (posiblemente un arma), por lo que en reiteradas oportunidades se les pidió que se fueran pero estos no querían otra cosa que pelear y lastimar. Comenzando en un momento dado a intentar pegar a uno de los presentes e incluso a las mujeres y niños que habíamos metido dentro del auto sin importarle nada. Tal es así que en un momento luego que le pegan y desmayan a una de las mujeres uno de estos criminales toma una botella y se la tira a corta distancia al oficial impactándole en el rostro haciéndole perder la totalidad de las piezas dentarias y fracturado la mandíbula.
Esta es la sociedad que tenemos y muchas veces los uniformados por desgracia no somos dueños de salir tras realizar correctamente nuestro trabajo. Peso a todo se sigue creyendo en la Justicia y por ello todo está en mano de la Fiscalía de la ciudad de La Paz.
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