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Florencia Burgardt es ingeniera agrónoma y enseña cómo uno mismo puede producir su alimento mediante la técnica de hidroponía, solo con agua, sin agrotóxicos. Trabajó para la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos y hoy se desempeña en el Ministerio de Agroindustria de la Nación. "Ser entrerriana me abrió puertas", contó. 

Por: Elías Moreira Aliendro

 

La producción del futuro ya está dando sus primeros brotes en la Argentina y una entrerriana es parte de ello. La ingeniera agrónoma Florencia Burgardt, oriunda de Santa Elena, es la encargada del área de Innovación Aplicada a la Agricultura Urbana en un proyecto agroecológico llamado Verdeagua, que promueve la técnica denominada "hidroponía", que utiliza agua con nutrientes para producir autocultivos en casa, de manera sustentable y amigable con el medioambiente, en todo el país. Además, se desempeña en la Subsecretaría de Mercados del Ministerio de Agroindustria de la Nación, donde está a cargo del Mercado Hortícola . 

La profesional vive en Capital Federal desde 2004, cuando se fue a estudiar a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires -UBA-. Al poco tiempo ya se desempeñaba en importantes empresas y áreas de la producción. "Vine cuando tenía 18 años y desde los 19 o 20 trabajo en organismos controladores de frutas y hortalizas. Primero en una multinacional, después para la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos -USDA por sus siglas en inglés- ", contó Florencia en diálogo con La Sexta

Allí, estuvo a cargo del control de calidad de los frutos argentinos de exportación para la nación norteamericana. "A toda la fruta que salía del país, yo la controlaba", indicó. En esa masa exportable, "lo más groso era lo de los entrerrianos, por ejemplo el arándano". "Siempre fui para ellos una mano amiga, porque al controlar esa salida tenés que explicarles a los productores cómo tiene que hacerse la cuestión para que sea exitosa afuera, entonces siempre el ser entrerriana me abría más puertas que a los mismos locales, porque un provinciano que demuestra ser profesional tiene mucha más entrada y más llegada que un porteño", afirmó.

Inmediatamente después de esa experiencia, que duró tres años, llegaría su oportunidad para probar con la producción agroecológica, a la que abrazaría para no soltar. "El Ministerio de Agricultura me contrató para poner dos hectáreas de monte frutal y de huerta en Tecnópolis, en Villa Martelli, que fue un proyecto muy importante porque era todo agroecológico, orgánico, sin ningún tipo de químico. Terminé mi tarea, me pidieron que me quedara y lo manejara, así que pusieron 14 personas a mi cargo. Cuando terminó eso, si bien yo tenía laburo y seguía en el rubro, tenía ganas de seguir con la huerta además de mi trabajo en organismos controladores", señaló.

Así fue que conoció Verdeagua hace "aproximadamente un año y medio", cuando el proyecto estaba en sus comienzos. Tras googlear sobre distintos emprendimientos, decidió escribirle a su fundador, el ingeniero en sistemas Sebastián Padín. "Me gustó su filosofía, la buena onda que tenía y le mandé un mail diciéndole que yo era agrónoma, que era algo que les faltaba, y que me encantaría hacer huertas con él. Nos juntamos y crecimos juntos en el proyecto, porque él recién arrancaba. Ahí empecé con Seba a hacer huertas en hidroponía.  En Verdeagua enseño qué cultivar y cómo, asesoro en la parte bien técnica de la cuestión", contó Florencia.

 

LAS BONDADES DE LA HIDROPONÍA

Sustentatabilidad, practicidad, ahorro de energía y de espacio, alimento de crecimiento veloz, libre de agrotóxicos y en tu propia casa, son algunos de los beneficios que ofrece este novedoso modo de producción que utiliza solo agua en movimiento en vez de tierra.

"Lo que tiene la hidroponía es que hace crecer el cultivo más rápido que en el método tradicional o convencional en la tierra, porque vos en el agua le ponés nutrientes, entonces la planta, para crecer, no gasta más energía de la que debe. Nosotros utilizamos plantines pero también podrían ser semillas, y lo que produce gran satisfacción es que vos ves con tus propios ojos el fruto de lo que hiciste. Lo comés, volvés a plantar y seguís comiendo. En época de tomates, te cansás de comer tomates y lo mismo pasa con las verduras de hojas verdes. Podés tener aromáticas que son más durables, duran dos años o más, y también sentís la satisfacción de poder cocinar con tus aromáticas, sabiendo que no le agregaste ningún producto tóxico",  indicó la ingeniera agrónoma.

Acerca de cómo evitan los insectos dañinos sin colocar químicos, afirmó que "se controlan con ingenio". "Nosotros recomendamos más o menos qué plantas poner para repelerlos. Por ejemplo, la caléndula, la lavanda, el ajo, repelen insectos. La Vaquita de San Antonio se come los pulgones y si tenés tu huerta sana, abundan las vaquitas", sostuvo.

Además, señaló que "no hace falta que estés regando a cada rato porque esto se riega solo". "Le ponés una bombita muy chiquita como la de una pecera, que no insume casi nada de energía y eso se riega solo una o como máximo dos veces al día. Y cada tanto tenés que volver a poner agua nueva, cada 15 días si es verano, una vez al mes si es invierno", explicó. 

Producir con hidroponía también "es mucho más limpio, porque cuando vos cosechás algo de un cultivo convencional estás cosechando tierra, que si allí se practicó durante años la agricultura tiene parásitos, en cambio acá estás cosechando desde el agua, y un agua que está en contínuo movimiento, o sea que no se estanca, no se pudre". "En las de hojas verdes, si querés cosechar la planta con raíz y todo, no tiene ni un gramo de tierra, está completamente limpio. Pero si estás en tu casa, le vas sacando las hojas de a una y vas comiendo de a poco", dijo.

La estructura para tener plantas en hidroponía, que ocupa poco espacio, "es muy fácil de tener en la zona urbana, en tu propia casa o departamento", remarcó Florencia Burgardt. "Acá en balconcitos de un metro tenemos huertas. Porque basta que le dé luz del día un par de horas, ya es suficiente para que crezcan los cultivos", manifestó.

 

DEJAR DE COMER VENENO

La profesional entrerriana relató que cuando comenzaron a brindar los servicios de Verdeagua, lo hicieron "principalmente en Capital Federal, mucho en la zona de los countries", donde "quieren empezar a consumir su propia hortaliza porque saben que la de los grandes cinturones hortícolas tiene un excesivo contenido de químicos". Esto ocurre debido a que "muchas veces las personas que manejan los alimentos no saben cómo son las buenas prácticas y uno termina consumiendo los agroquímicos, porque en las hortalizas de hojas verdes, el 90% del agroquímico queda en la hoja si vos no respetás el período de carencia, que es cuando tenés que cosechar. Muchas veces lo cosechan antes de tiempo y lo mandan al mercado y nosotros lo compramos sin saber", advirtió. 

Luego, el negocio y la ideología que lo sustenta comenzaron a expandirse a raíz de la creciente demanda. "Cada vez son más quienes demandan charlas, técnicas y capacitación acerca de cómo regar la hidroponía, qué plantar, qué cultivar, cada cuánto lo puedo cosechar, en qué momento lo siembro", dijo la profesional. Y contó: "Ahora lo quiere incorporar la Municipalidad de Bahía Blanca, porque no quieren comprar más afuera sus frutas y hortalizas, sino producirlo ellos mismos en hidroponía. Y nos pidieron presupuesto desde Ushuaia, donde se quiere empezar a producir a gran escala, que ojalá se dé". "Yo creo que está muy buena la idea y cada vez más municipios lo van a ir implementando", avisoró. 

En ese sentido, Florencia explicó que con su proyecto "se busca evangelizar y brindar un servicio de calidad". "Donde podamos llevar nuestra idea, nuestra ideología de comer nuestro propio alimento, y explicar cómo cosechar, cómo producir, lo llevamos. Ahora, ponerlo por poner en algún paredón y que simplemente nos dé plata en el momento y eso quede ahí sin que nadie pueda haber aprendido cómo manejarlo, no; a esos trabajos los rechazamos", aseguró. En esa misma línea, explicó: "Los proyectos muy grandes donde no interactuamos con la gente, que nos han ofrecido, no los hemos aceptado. Vamos más que nada a casas, a hogares, fuimos a una embajada, ahora en unos días tenemos que instalar en una clínica de rehabilitación".

Finalmente, consultada acerca de si piensa que la hidroponía es el modo de producción del futuro, la agrónoma santaelenense fue tajante. "Sí. Este tipo de producción se lleva a cabo fuerte y extensivamente en otros países. Sin ir más lejos, Brasil hace toda su verdura de hoja en hidroponía. Una vez que el consumidor prueba la lechuga hidropónica, no quiere volver nunca más a la convencional".

"Quien quiera, puede hacerlo tranquilamente. Se quiere hacer en Antártida y se está por hacer en Ushuaia. Imaginen en Santa Elena o en cualquier lugar de Entre Ríos, que no tienen bajas temperaturas. Hace falta un poco de luz, agua de calidad y calorcito, cosas que tenemos en el litoral", concluyó Florencia.

 

 

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