La pandemia del coronavirus ha generado cambios en la vida diaria. Tanto es así que hasta cuando un ser querido muere, darle el último adiós ya no es igual que en tiempos normales.
En el departamento La Paz, así como en todo el país, ya no hay velorios masivos, cortejos fúnebres o responsos religiosos, es decir, una oración por el difunto. Las redes sociales se convirtieron en las principales aliadas para darle la despedida final a un familiar, amigo o conocido.
La Sexta dialogó con propietarios de reconocidos servicios fúnebres de La Paz, Bovril, San Gustavo y Santa Elena, quienes contaron cómo trabajan en tiempos de coronavirus.
BOVRIL: “TODO FALLECIDO SE MANEJA COMO SI TUVIERA COVID-19”
Javier Zurdo es el propietario de la cochería Zurdo, que también tiene sucursales en Alcaraz, Sauce de Luna y Conscripto Bernardi. Al respecto, contó que pertenece a la Federación Argentina de Asociaciones Funerarias (FADAF), y que sigue los protocolos nacionales y los dictados por la entidad de la que forma parte.
“FADAF nos baja un protocolo a partir de marzo que dice cómo manejarnos con óbitos de Covid-19. A medida que iba pasando la cuarentena se llegó al acuerdo de que todo fallecido se maneja como si fuera Covid, para evitar cualquier contacto. Es porque en Buenos Aires ha pasado que una persona murió de un paro cardio-respiratorio y terminó siendo un Covid y contagió al personal de la cochería”, señaló.
Además, dijo que se sigue el protocolo nacional que prohíbe los velorios. “No se vela. Si una persona fallece a la madrugada, se hace el trabajo y se deja el cuerpo en depósito hasta el otro día en que será sepultado”. También indicó que su personal utiliza el kit de bioseguridad durante los servicios de ambulancia de baja complejidad que realizan.
En cuanto a cómo recibe la gente cuando se le informa que no se puede realizar velatorios, dijo: “Tenemos un 50% de personas que entiende y otro 50% que no. Un sábado de junio falleció un señor de un paraje y lo sepultamos prácticamente de noche. Por entonces sale justo el casamiento del que todos hablaron. Entonces se quejaban de cómo no se podía hacer el velorio mientras en la Iglesia se estaban casando. Es complicado, hay gente que lo acepta bien y otra que no”.
En ese sentido, agregó: “Yo quiero hacerle entender a los dolientes que esto es un protocolo nacional, provincial y municipal. No puedo exponer a mi personal a cualquier riesgo porque puede contagiar a su familia y así contagiar a medio Bovril”.
Sin embargo, Zurdo remarcó que si bien el decreto nacional suspende los sepelios para no tener conglomeración de personas, “accedemos a que el familiar íntimo pueda despedirlo”.
Por último, preguntado sobre cómo afectó a la pandemia al sector de los servicios fúnebres, explicó que los momentos económicos más difíciles fueron al principio de la cuarentena, entre marzo y abril.
“Nosotros tenemos un sistema de abonados, por lo que la gente paga una cuota societaria por mes. En los meses de marzo y abril se vio que la gente tenía miedo de salir y acercarse a la oficina a pagar. Entonces implementamos el sistema de Mercado Pago y le enviábamos el link de pago a través de WhatAsapp o le mandábamos un cobrador con las medidas de seguridad”, finalizó.
LA PAZ-SAN GUSTAVO: “HAN DISMINUIDO LOS SERVICIOS DE SEPELIO”
Carlos Zeni, dueño de Cochería Santa Inés, que tiene sucursal en San Gustavo y La Paz, en diálogo con La Sexta, comentó: “Todavía no hemos tenido ningún fallecimiento por Covid-19 y se está trabajando por supuesto con el protocolo cuando realizamos un servicio”.
En cuanto al velorio, señaló que en sus salas “sólo se despide la familia íntima”. “Dejamos que se despidan una hora, nada más. Normalmente están en la sala los hijos y esposas o esposos. Después ya se lleva el cuerpo al cementerio”, añadió.
En cuanto a las reacciones de la gente ante la restricción que impone el protocolo, sostuvo: “La gente entiende la situación y se ha comportado muy bien en esta época. Es un momento difícil y hay que acompañar a la gente en el duelo”.
Respecto del impacto económico, Zeni advirtió que “han disminuido notoriamente los servicios de sepelio en todo el país” y refirió que “en algunos países, como Noruega, hay cocherías que han tenido que cerrar sus puertas”.
No obstante, recordó que las entidades que brindan este tipo de servicios trabajan con una cuota societaria que permite seguir a flote. “Como todos los sectores nos vimos afectados por la pandemia, pero tenemos una mutual y vivimos también de la cuota societaria. Cayeron los servicios de sepelio porque no hay un número de fallecimiento que teníamos anteriormente. Han disminuido los fallecimientos. Hay menos personas que fallecen por infarto o Accidente Cerebro Váscular, u otras patologías agudas”, completó.
SANTA ELENA: “QUE NO HAYA VELORIOS NO FUE BIEN RECIBIDO POR LA GENTE”
Daniel Villegas, dueño de Cochería Sabattini, de Santa Elena, también habló de cómo la pandemia cambió la metodología de trabajo al realizar un servicio de sepelio, ajustándose a los protocolos de bioseguridad.
“Cada localidad tiene que tener un protocolo, lo tiene que manejar el intendente y se tiene que hacer a través del Concejo Deliberante. Luego las cocherías se deberían adaptar a ese reglamento. Yo sé que en Feliciano hay un protocolo donde se establece que se vela 6 horas; mientras que en Chajarí y La Paz se están velando sólo con familiares directos. En Santa Elena no hay ningún protocolo estricto y por ende nos tenemos que regir con el protocolo de la Provincia, que es el mismo que el de Nación”, explicó a La Sexta.
“En Santa Elena no se pueden hacer reuniones de personas, y eso significa que no se puede hacer velatorio, cortejo fúnebre, o el responso religioso, sea cual sea. Además, no se debería sepultar a puertas abiertas en el cementerio porque genera reunión de personas”, puntualizó.
En esa línea, comentó que cuando reciben una persona que murió por una causa ajena al coronavirus, se lo prepara –se higieniza y viste al cuerpo- para la sepultura. “Si es muerte natural lo podés tener hasta el otro día. Ahora, si activás un protocolo porque tiene Covid o viene de zona de riesgo se llama al cementerio y tiene que abrir a la hora que sea”, refirió y resaltó que un cadáver que provenga de una zona de riesgo o tiene covonarirus, por protocolo, no puede ser ingresado a la cochería, sino que va directamente al cementario.
Al respecto, recordó que días atrás hizo la excepción con el caso del cuerpo de una mujer que había llegado de La Plata. “Lo que me dice el protocolo es que debe ir directamente al cementerio porque viene de zona de riesgo, no puede pasar por cochería. Lo que pasó es que yo no sé si el ataúd fue desinfectado, ¿qué pasaba si la gente se tira arriba para darle el ultimo adiós y tiene el virus en la madera? Entonces, pedí que me lleven el ataúd a la cochería y yo personalmente con otro muchacho lo desinfectamos. Nos pusimos los trajes y al cementerio les avisamos que íbamos a ir fuera del horario para llevar el ataúd”.
En cuanto al impacto que genera en la gente el hecho de no haber velorios, comentó Villegas: “No lo han recibido de buena manera por el tema de que tienen que despedir al familiar y es la última vez que lo van a hacer. Pero no queda otra, nosotros nos regimos por el protocolo”.
Finalmente, coincidió con sus colegas de Bovril y La Paz, al señalar que en los meses de pandemia se registró una caída de los servicios de sepelios por la baja de fallecimientos. “Hablando informalmente con otros colegas, se calcula entre un 30% o 35% de baja de fallecimientos. Esto se debe a que hay menos gente en la calle, menos accidentes; y hay mucho más cuidado de la gente. Por eso baja el factor de fallecimiento. Es normal en una situación de pandemia”, cerró.